Mis sartenes de acero inoxidable tienen entre 2 y 3 años, pero su aspecto sigue siendo fantástico. Y es que son sartenes que, con un poco de mimo, te durarán para toda la vida.

Aquí te explico cómo limpiarlas, de menos a más suciedad, para conseguir que luzcan como el primer día.

Estos consejos son aplicables también a ollas y cacerolas de acero inoxidable.

Así se limpia una sartén de acero inoxidable sin antiadherente

  1. Una vez hayas terminado de cocinar, espera a que la sartén se enfríe un poco.
     
  2. Si no hay restos pegados, puedes fregarla con un estropajo y un poco de lavavajillas. También puedes meterla en el lavavajillas. Yo uso un estropajo de doble cara (esponja y fibras). Si necesitas frotar por el lado verde, hazlo.

    El acero puede arañarse, y es normal, pero esto no tiene nada que ver con una rayadura en una sartén con antiadherente. Aquí no hay ninguna película que se vaya a desprender.
     
  3. Si hay restos pegados, deja la sartén en remojo durante unos 20 minutos, y entonces friégala con el mismo estropajo y un poco de lavavajillas.
     
  4. Si no queda limpia, frota con un estropajo de acero inoxidable (“nanas”) o un cepillo de cerdas rígidas especial para sartenes.
     
  5. Si incluso así no quedara limpia, usa vinagre -de vino o manzana- y bicarbonato para eliminar los restos quemados. Puedes formar una pasta en frío y dejarla actuar unos minutos, o calentar agua con vinagre en la propia sartén y añadir después una cucharada de bicarbonato.
     
  6. Por último, si no tiene restos pegados, pero sí unas marcas blancas o iridiscentes, coloca una gota de aceite en la sartén y extiéndela con un trozo de papel. Frota después con la parte limpia del papel para que la sartén no quede grasienta.

    Esto no es lo mismo que engrasar una sartén de hierro, de hecho, no es necesario hacerlo. Solamente te lo propongo para que se vayan esas manchas, que suelen ser a causa de los propios minerales del agua del grifo.

Consejos finales

  1. Procura no quemar los alimentos ni el aceite cuando cocines. Siempre será mejor no tener que recurrir a los métodos de limpieza más abrasivos.
     
  2. Si hay restos quemados, límpialos antes de volver a cocinar en la sartén. Cocinar sobre quemado solo hará que sea cada vez más difícil limpiar la sartén.
     
  3. Usa un fogón de un diámetro adecuado a tu sartén para evitar que se quemen las paredes.